Las orejas de los gatos son bastante cerradas lo que permite que el sonido entre mejor y por ello perciben el más mínimo ruido incluso si caminamos en una alfombra.
Los gatos pueden mover una oreja a la vez y las guían de donde provenga un sonido, esto les ayuda bastante a la hora de la cacería.
Los linces por ejemplo tienen orejas puntiagudas. Hay otros que tienen pelo en la punta de sus orejas.
jueves, 11 de septiembre de 2008
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